¡Bravo!…¡bravo!…. vociferan algunos espectadores al finalizar el musical Aires de Zarzuela, que se está presentando en el Teatro de la Luz Philips Gran Vía, una divertida propuesta que se pasea por los mejores musicales del gran género lírico español, romanzas, dúos y danza,  nos acercan a los aromas de aquellas calles, flores, recuerdos y amores que reviven gracias a compositores como: Vives, Moreno Torroba, Chueca, Sorozábal, Chapí, entre otros.

Una pieza que cuenta con un reparto que sobresale en cada escena por su desparpajo y entrega, con frases jocosas e insignes canciones españolas; donde cada uno ofrece lo mejor de sí, disfrutando a plenitud cada momento. Con una estética sincera y sobria, que se une con la música para dar un nuevo aire al musical español por excelencia, La Zarzuela; bajo la dirección de escena de Luis Olmo, diseño y realización audiovisual Gustavo Moral, diseño y realización de iluminación Lía Alves y coordinación artística y musical Celsa Tamayo y Julio Morales.

La propuesta artística muestra a un reparto que está haciendo el último ensayo de un espectáculo que se ofrecerá por radio, pero aunque no los vayan a ver – que es un tema de discusión entre los personajes – de igual forma el director se esmera en ensayar a la perfección como si los estuvieran viendo, y entre acotaciones y quejas, se lucen con sus potentes voces, las cuales engalanan todo el teatro, hipnotizando a los presentes sin respiro.

La escenografía que se aprecia es la del Musical Don Juan, que también se está presentando en dicha sala, y como es tan impresionante no la pueden obviar, y en sus diálogos la incorporan para que el público sepa que esa estructura no les pertenece, pero igual se apañan porque la función debe continuar, a lo que los espectadores se  ríen. Sin embargo, no se empequeñecen ante la impactante estructura, se crecen con sus cuerdas vocales, sus vestuarios y sus ocurrentes escenas.

Los protagonistas de este musical son María Rodríguez (soprano lírica), Gema Scabal (soprano ligera), Julio Morales (tenor) y Antonio Torres (barítono), quienes se lucen con su caja toráxica, su simpatía, actuación y baile. Junto a dos excepcionales bailarines como son la coreógrafa Cristina Arias y el bailarín Francisco Guerrero, ambos roban las miradas con sus siluetas, sus movimientos y el sonido de sus castañuelas. Sus tacones hacen vibrar las tablas, con pasos recios y contundentes, que muestran su versatilidad.

En el fondo del escenario se aprecia una pantalla donde se proyectarán algunas imágenes relacionadas con cada unos de los temas referentes a España. Realmente un gran homenaje a su tierra, a su gentilicio y a sus raíces. Temas como: Madrileña bonita, Doña Francisquita, Canción del ruiseñor, El Dúo de La Africana, De España vengo, Granadinas, Niñas que a vender flores, entre otros, se escuchan en cálidas voces.

En una de las esquinas se aprecia un piano, que sonará a la perfección por las majestuosas manos de Celda Tamayo, quien le da vida a cada letra. Los abanicos y las mantillas también son protagonistas de la escena. Ellos ensayan el espectáculo ofreciendo lo mejor de cada uno, aunque a veces son despistados, y durante hora y media emocionan con cada uno de los temas. En verdad un musical genuino, divertido, donde las actuaciones son recompensadas con efusivos aplausos, y donde la principal estrella es la Zarzuela Española.