‘Crimen y Telón’ es el reciente montaje de la compañía Ron Lalá, un espectáculo que se ha colmado de excelentes críticas e interminables aplausos, al contar con un texto maravilloso, tan original como aleccionador, y una puesta en escena que no escatima tiempo para sorprender.

Un texto de Álvaro Tato, que comienza su proeza teatral con la siguiente frase: El Teatro ha muerto. La historia está ubicada en el año 2037, en Ciudad Tierra, donde todas las bellas artes han sido condenadas y perseguidas por la Agencia Anti Arte (Triple A). Y quienes siguen defendiendo alguna tendencia artística son considerados criminales.

Todo transcurre en el escenario de un teatro que supuestamente debería estar cerrado, sin funcionar, pero de repente los propios personajes se dan cuenta que están atrapados dentro de una obra de teatro, y que están siendo vistos por “mirones”, por esas personas que en el teatro son llamadas espectadores. De esta forma se pasean por la metateatralidad: el teatro dentro del teatro.

La historia se va desarrollando mientras buscan el responsable de la muerte de teatro, pero en un momento que se descuidan el cadáver desaparece sin dejar rastro. Por su parte, el detective Noir se esmera en descubrir el asesino antes de la Agencia Anti Arte desvele su oscuro secreto.

Para ir explicando las evidencias, o ir atando cabos de lo sucedido, el detective va explicando al público las partes de un escenario, a su vez dando a conocer el trabajo de las personas que están detrás del escenario, como el técnico de iluminación, de sonido y del regidor, éste último profesional del teatro “que nadie sabe qué hace, pero que tiene la culpa de todo”.

Es sorprendente como van hilando todo, con música, canciones y una puesta en escena excepcional que no desperdicia espacio alguno de la Sala Guirau del Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez. Con un reparto polifacético que canta, actúa, toca los instrumentos y se desdobla con diferentes personajes. Un trabajo impecable que da gusto apreciar.

Y como es innato en el teatro, también aprovechan el momento para hacer una crítica a la actual situación de la cultura. Con humor negro se pasean por situaciones que muestran la realidad. Y entre versos, prosa y ripia engalanan los sentidos. Con personajes como Comedio y Tragedio quienes asumen una batalla dialéctica con citas teatrales que han marcado la historia universal.

Hay que ofrecerles un gran aplauso a los protagonistas de este ingenio teatral, ellos son: Álvaro Tato, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Juan Cañas y Daniel Rovalher, bajo la magistral dirección de Yayo Cáceres, mentes brillantes que dieron forma a esta idea y creación colectiva que ha impresionado al público por su genuina trama.

un equipo que vuelve a dar una espléndida lección de profesionalismo en las tablas, donde impera la transformación, las habilidades musicales y el perspicaz sentido del ritmo. Todo eso convierte ‘Crimen y telón’ en una estupenda velada teatral que no se pueden perder.