Andrés Laguna fue médico de personalidades ilustres como el Papa Julio III o Felipe II, pero además fue un célebre humanista renacentista del Siglo XVI. También era lingüista, viajero, poeta y político. En 1543, pronuncia un discurso en la facultad de Artes de la Universidad de Colonia en el que deja claro su pacifismo y su postura conciliadora frente a las guerras que asolan Europa. De este discurso surge «Europa que así misma se atormenta», una obra producida por Nao d’amores y protagonizada por Juan Meseguer.

El Teatro de la Abadía no cesa en su empeño de impulsar la investigación escénica y, para ello, ha puesto en marcha una iniciativa que permite al público invitado disfrutar, por una cantidad simbólica a modo de donación, de las obras creadas a través de las becas que ofrece como centro de estudios teatrales. Una iniciativa, que, sin duda, redunda en la calidad de los montajes. Y para muestra, este texto de Andrés Laguna dirigido por Ana Zamora y declamado, casi en su totalidad, por el fabuloso actor Juan Meseguer.

En el pequeño escenario: un atril, un mural que representa Europa, dos músicos que interpretan piezas del siglo XVI, Eva Jornet e Isabel Zamora y uno de los mejores actores españoles de todos los tiempos. La compañía Nao d’amores, recupera, de nuevo, un texto fundamental de nuestra cultura en el que ya se hablaba sobre las heridas mortales de Europa. Un espacio íntimo en el que el espectador vuelve a un pasado que no fue mejor, para hacer una reflexión sobre un continente complejo y diverso. Meseguer habla por boca de Andrés Laguna, pero también lo hace por boca de Europa cuando se pone la corona a juego con el mapa estampado en su túnica. Una dramatización que mantiene al público invitado pegado a la butaca, sin apenas respirar y que, al final, lo lleva a aplaudir con la fuerza que merece el montaje.