Criticas

‘La estupidez’, vertiginosa obra donde el dinero es protagonista

23/01/2017

Mayelit Valera Arvelo

‘La estupidez’, vertiginosa obra donde el dinero es protagonista

‘La estupidez’, tan pequeño el nombre, pero tan intensa la historia, ni te imaginas la profundidad de la crítica que refleja en escena. Y si te guías por el cartel, ni te acercas a la montaña rusa en la que te embarcarás. Una historia escrita por el dramaturgo argentino Rafael Spregelburd, quien no le tembló el pulso para hacer una parodia sobre la estupidez del ser humano ante el poder del dinero.

Lo escribió al estilo road-movie, pero en formato teatral. La dirección es de Fernando Soto, una puesta en escena que no permite respiro ni desconexión, donde el público tiene que estar pendiente de todos los detalles, que son muchos, al ser una obra circular. Con un elenco de primera, que deja el alma en escena, al interpretar 24 personajes con cambios muy veloces, pero sin perder el contexto. Aplausos para ese  equipo que asumió este reto actoral con  la compañía Feelgood Teatro.

Y sin importar el año en que esté ubicada, las realidades no han cambiado mucho a pesar de los tiempos. Al finalizar la pieza, que dura tres horas – con intermedio – el elenco está exhausto, pero satisfecho, sus rostros y cuerpos que evidencian un trabajo impecable, dentro de una puesta en escena vertiginosa, llena de movimientos y transformaciones. Un trabajo nada fácil, pero que resuelven de forma magistral y que por momentos puedes saturar o extasiar a los asistentes.

La historia nació como un encargo al escritor en agosto del 2000 por el prestigioso Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo. A partir de ahí la obra ha despertado curiosidad e interés en diversos ámbitos. Recibió el Premio Tirso de Molina en España en el 2003. Fue seleccionada para su traducción por el National Theatre de Londres y se ha representado en numerosas escenarios importantes del mundo. Cabe destacar que ‘La Estupidez’ es parte de la Heptalogía de Hieronymus Bosch, un grupo de siete obras en las que Spregelburd interpreta cada uno de los pecados capitales que recoge el cuadro de El Bosco.

Cuando el público entra a la sala lo recibe una grata música. Aprecian un gran letrero a lo alto que dice MOTEL, con luces que destellan por instantes. Se sientan y desde un primer momento intuyen que lo que viene es un torbellino de emociones. El escenario está dividido tácitamente en dos espacios, uno del lado izquierdo del espectador donde se ubica la habitación del motel con una cama matrimonial y detrás un espejo o cuadro que irá cambiando según sea la situación de los personajes.

Hay dos puertas, una es la entrada de la habitación y la otra es la del baño, siempre serán las mismas en todas las situaciones, pero en diferentes circunstancias. En el escenario también hay un televisor en una esquina y dos sillas. Al lado derecho se aprecia un gran ventanal donde se visualiza un imponente paisaje de fondo, esta estructura cuenta con amplias cortinas que se cerrarán o mantendrán abiertas según las escenas. Al frente del ventanal, que se ubica al lado de la habitación, un gran espacio lleno de arena, donde por un momento tomarán el sol para despejar sus mentes de lo que los mantiene siempre ocupados, el dinero, su gran codicia.

La historia cuenta como un grupo de personas que pretenden hacerse ricas en Las Vegas. Un método matemático para ganar a la ruleta guarda relación con la temible ecuación matemática que encripta el secreto del Apocalipsis. Dos criminales deben vender un cuadro antiguo robado antes de que se termine de deteriorar por completo. La mafia siciliana fabrica una nueva estrella del pop y unos policías motorizados viven una historia de traiciones. Todo esto ocurre al mismo tiempo, y en Las Vegas.

Parte de los creadores de este montaje que también hay que resaltar es la diseñadora de escenografía Elisa Sanz, música original y espacio sonoro de David Angulo, diseño de vestuario Arantxa Ezquerro, diseño de iluminación Juan Gómez-Conejo, entre otros artistas, un gran equipo de profesionales que logran mantener en sus sillas a espectadores por más de dos horas y además seguir inquietos en ver cómo se soluciona todo este enredo donde la inteligencia no es la principal arma, sino la estupidez el camino más fácil.

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‘La estupidez’, vertiginosa obra donde el dinero es protagonista

La estupidez

Rafael Spregelburd

Fran Perea, Javier Márquez y Ainhoa Santamaría

19/01/2017

180 min

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