En esta oportunidad nos acercamos al Teatro Karpas para disfrutar de la puesta en escena de un clásico que no nos cansamos de apreciar en las tablas: «La Celestina», texto de Fernando de Rojas, con versión y dirección de Manuel Carcedo Sama. Una tragicomedia del siglo XV escrita en prosa, la cual cautiva a los espectadores con una historia considerada como una de las mejores obras de la literatura española.

Cabe recordar que La Celestina relata los trágicos amores de Calisto y Melibea, y las malas estrategias que emplea la alcahueta Celestina para que se enamoren. Calisto, un joven noble y apuesto queda profundamente enamorado de Melibea. Ante el rechazo de ella, y aconsejado por su criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor de Melibea. La mujer consigue, mediante artimañas, que la joven se enamore. Los criados intentan explotar un beneficio de su amo, que había prometido una cadena de oro a Celestina si lograba entre todos enamorar a Melibea.

Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y ante la negativa de Celestina la matan. Son apresados y ejecutados por la justicia. Calisto se entera al día siguiente. Luego acuerda un encuentro nocturno con Melibea, sube por una escalera de cuerda y cuando baja para marcharse se rompe la escalera y se mata. Ante la muerte de su amado Melibea sube a una torre y se arroja desde ella, tras declarar las causas del suicidio a su padre. Una obra de giros lingüísticos maravillosos, donde el amor cortés se muestra al extremo.

En esta puesta en escena Celestina es interpretada por Charo Bergón, quien realiza un trabajo lleno de fuerza e ingenio. Para esta interpretación aparece vestida como servidora del señor, su frente cubierta, con velo, un traje largo, oscuro, con un cordón en la cintura, pero no por eso se convierte en ángel.  Con sus grandes ojos hipnotiza, convence; y con el don de la palabra se impone logrando lo que desea. La acompañan en escena Alexia Lorrio, Alberto Romo, Chema Moro, Ignacio Usasi, Nerea Rojo, Belén Orihuela y Dayana Gálvez, quienes hacen un trabajo impecable, con el talento que los caracteriza.

Es un montaje cautivador donde se cuida cada detalle, desde la pronunciación de las palabras, que es imprescindible, hasta el vestuario de los personajes, todo envuelto en un toque genuino que hace la diferencia, entre luces y acordes musicales. La historia se desarrolla dentro de una atmósfera de codicia, donde los sentimientos quedan en segundo plano. Y donde cada personaje defiende sus inquietudes y deseos dentro de una propuesta honesta, con entrega y profesionalismo, donde el director coloca la mirada donde debe y sabe.

Para los que no han tenido la ocasión de visitar el Teatro Karpas, es un espacio mágico donde representan importantes obras de la historia teatral. Por eso La Celestina no podía faltar, siendo ésta una de las piezas más representadas por la compañía, una agrupación que se caracteriza por su pasión en las tablas, donde cada montaje es un reto profesional del cual salen airosos. Y aunque ya han pasado muchos años desde que nació La Celestina, hoy en día sigue conquistando con sus trágicos amores. Enhorabuena por el excelente trabajo. Les recuerdo que el Teatro Karpas estará cerrado en el mes de agosto, así que aprovechen de ver las últimas funciones. Y en septiembre regresarán con el estreno de Fedra.