Criticas

‘Monsieur Goya’, una indagación no convencional

26/09/2019

Mayelit Valera Arvelo

‘Monsieur Goya’, una indagación no convencional

“Con 80 años y dice que le queda mucho por aprender”, dice Leocadia sobre Francisco de Goya en la obra “Monsieur Goya. Una indagación”, un montaje que recrea los últimos años del pintor español en Burdeos, en el exilio. Obra escrita por el dramaturgo español José Sanchis Sinisterra, en homenaje a Goya en el 200 aniversario del comienzo de sus Pinturas Negras (1819-1823), que realizó en los muros de su casa la Quinta del Sordo donde se mudó en febrero de 1819, luego se fue a Francia.

El artista llegó a la Quinta del Sordo enfermo y esquivo de la convulsa situación política que vivía en España, anunciando tal vez su futuro exilio. Ya estaba sordo y quizás por eso sus obras serían tan oscuras y violentas. Cuando emigra a Francia, lo esperaba su amigo el expatriado escritor Leandro Fernández de Moratín con su familia. Goya partiría en compañía de Leocadia Zorrilla, quien era su amante o acaso su ama de llaves, y los dos hijos de ella: Guillermo y Rosario Weiss. Ella fue su compañera hasta su muerte en Burdeos 1828.

Esta pieza rememora esas Pinturas Negras que fueron 14 murales que se realizaron con la técnica de óleo al secco en paredes recubiertas de yeso. Luego fueron trasladados a lienzo a partir del 1874 y actualmente se conservan en el Museo del Prado de Madrid. Entre ellas están Saturno devorando a su hijo, Perro semihundido, Duelo a garrotazos, Dos viejos y El aquelarre, por mencionar algunas, las cuales buscan pasearse por la Sala Guirau del Teatro Fernán Gómez con su  esencia, creando su atmósfera.

La pieza es protagonizada por Imma Cuevas como Leocadia, María Mota es Rosario, Alfonso Torregrosa es Moratín, Andrea Trepat es Margot, Fernando Sainz De La Maza es Guillermo, Font García es Antonio y Alfonso Delgado es la voz en off del autor, con quien los actores rompen la cuarta pared para expresar sus desacuerdos con algunas cosas que suceden en las tablas y así remediar detalles en la escena. Es así como el autor va narrando episodios de la vida del pintor, mientras el reparto hace un trabajo de actuación impecable, junto a la voz en off que los espía. La propuesta artística cuenta con la iluminación de Francisco Javier Sarrión, música de Suso Saiz y vestuario de Almudena Bautista.

La escenografía es una pared larga con tres aberturas, por donde aparecerán y se desaparecerán los personajes. Y que sirve de pantalla para proyectar diferentes imágenes que envuelven al público en la ingeniosa mente de Goya, en la profundidad de sus dibujos alegóricos inspirados en esa época lúgubre del pintor aragonés. El videoescena fue realizado por Daniel Canogar. En el medio del escenario un pequeño riachuelo donde saltará el agua para jugar con los personajes, y en un costado plantarán un pequeño bonsái sin mucho brillo.

La dirección es de Laura Ortega, quien ofrece un espectáculo original que busca ensamblar todas las inquietudes del escritor. Ella crea una ambiente que logra persuadir al público en la espera de Goya, quien nunca aparecerá en escena, solo su espíritu que brota de sus lienzos se suspira, no es tangible. Serán los personajes quienes protagonizarán el escenario y hablarán sobre el artista, sus días y sus dolencias con un lenguaje contemporáneo. Una obra que hace teatro dentro de teatro como una máquina óptica. Donde el público se sumerge en un mundo de humo y alucinaciones.

Leocadia expresa constantemente la furia del artista con su pincel frente al lienzo, momentos contemplativos para quienes lo acompañaron en sus últimos años de vida. Hace alusión a ese talento que se difumina en misterio. Y mientras tanto la pequeña Rosario pregunta en escena que por qué no pueden pintar las mujeres, pero ella le da igual, seguirá pintando con su tutor hasta convertirse en pintora. Es así como las luces, sonido e imágenes se acoplan para crear un ambiente enigmático y fantasmagórico que se apoderó de la mente del artista por esos años.

Para completar la producción teatral y seguir la conmemoración de las Pinturas Negras el Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez presenta la exposición “Sueño de la Razón”, que está maravillosa. Una muestra con un centenar de obras de 58 artistas contemporáneos en las que se aprecia la huella del aragonés, entre los artistas están: Antonio Saura, Antoni Tàpies, Rafael y Daniel Canogar, Cristina Iglesias, Luis Gordillo, Carmen Calvo, Eva Lootz, William Kentridge, Jorge Galindo y Rogelio López Cuenca, entre otros.  Una visita en homenaje a este insigne pintor español que sigue más vivo que nunca con sus obras.

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