“Los desvaríos del veraneo” está inspirada en la primera de las tres obras que componen la trilogía de Carlo Goldoni, “Trilogía del veraneo”. Tres obras que nos llevan al proceso de iniciar un viaje de vacaciones, el tiempo en el que suceden esas vacaciones y las inevitables consecuencias que acarrea ese momento de ocio. Una comedia que, también, nos lleva a la reflexión.

“Los desvaríos del veraneo” nos cuenta la historia de dos familias vecinas que, ahora además, van a disfrutar de las vacaciones juntos. En un pueblo distinto, aunque también con casas contiguas, ambos clanes van a ir preparando todo lo necesario para su partida. Precisamente en ello consiste esta primera parte de esta trilogía creada por Goldoni en la que vemos que, a pesar del tiempo transcurrido, la sociedad parece no haber cambiado en absoluto.

“Los desvaríos del veraneo” nos lleva a conocer esa cara oculta de una sociedad que intenta aparentar más de lo que le permiten sus posibilidades y que se rige por un único código: la hipocresía.

Por ello “Los desvaríos del veraneo” se convierte en una de esas obras clásicas que nos convencen de la eternidad de ciertos vicios humanos. Montaje en el que, seguro, nos reconoceremos aunque lo mejor es mirarse con cierta benevolencia.