«Viaje al fin de la noche» cierra la trilogía sobre el conflicto del País Vasco que comenzó con Proyecto 43-2″

Estamos en una taberna vasca, un espacio de reunión identitario del País Vasco. Como espacio de reunión, ha pasado por muchas épocas y en el momento que estamos, en la obra que nos ocupa, la taberna se está reconstruyendo como un espacio donde se habla de fútbol o del tiempo, pero también sobre aquello que pasó y que durante tanto tiempo se ha callado: de los muertos, de la cárcel, del dolor.

Los hijos e hijas víctimas de la violencia terrorista, los hijos e hijas de los que ejercieron la violencia. Los que crecieron en el silencio. Los que crecieron en la mentira. Todos se encuentran en esta taberna y se miran. No sabemos si se reconocen y si serán capaces de superar el dolor para entablar un diálogo.

María San Miguel quería contar la historia de Euskadi y comenzó con un proyecto que nombró con las coordenadas del árbol de Guernica «43-2». Ella misma cuenta en una entrevista que se trata de un lugar en Euskadi, pero también de un lugar en el mundo, porque los conflictos se dan en cualquier parte. No quiere levantar ampollas sino fomentar el diálogo, por lo que su proyecto es una iniciativa valiente, un teatro necesario para entender el conflicto vasco y, sobre todo, para seguir viviendo después del horror.